Todavía no transitamos por el desierto del que hablé hace algunos días, pero queda muy poco. Aunque las opciones más a la izquierda se refuerzan, la verdadera lectura de estas elecciones es el avance imparable de la formidable máquina reaccionaria. Mientras algunos jugaban a revolucionarios lights en la Puerta del Sol y creían que twitter cambiaría el mundo, millones de tanques acorazados iban a votar como han hecho siempre, sin faltar ninguno, seguros de que su voto es necesario para salvar la patria y lanzar al precipicio a los antiespañoles. ALGUNOS YA PREPARAMOS LAS ALFORJAS PARA HUIR AL MONTE (no entender en sentido literal, de momento). ¡Salud y resistencia!
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