a mi padre, que murió soñando con un mundo más justo

miércoles, 17 de octubre de 2012

una nueva educación

jóvenes cacereños poco antes de la carga policial
La cosa esta caldeada. No es normal que 500 alumnos recorran las calles de una ciudad tranquilona y mortecina como Cáceres. Tampoco es normal que se cargue con violencia contra unos chavales que solo un retorcido puede considerar una amenaza. Mi sobrina estaba esta mañana en la manifa y no la zurraron de milagro. Para la autoridad mi sobrina era una peligrosa ultraizquierdista antisistema cuya protesta es un ataque al sacrosanto orden baluarte y pilar fundamental de esta gran nación. A un par de amigas suyas, más ultraizquierdistas todavía, dispuestas a quemar iglesias y destruir la paz social, les zurraron.
 Mañana hay convocada una manifestación también promovida por los padres, a la que pienso asistir. Por supuesto, esos padres son unos salvajes batasunos e irresponsables que están manipulando y destruyendo el futuro de sus hijos. Y de mí, que se puede decir, es una vergüenza que un educador comparta los principios y el sentido de esta huelga. Es incomprensible que un monstruo antisistema, enemigo de los valores nacionales, pueda enseñar. La reforma de Wert, facilitando el control sobre los profesores, permitiendo que puedan ser  rechazados o admitidos según criterio de la autoridad educativa, abre el camino a que personajes radicales y peligrosos como yo salgan por patas del sistema educativo. España necesita educadores de verdad, que transmitan la esencia del espíritu nacional, enseñantes embridados, domesticados y no gentuza radical. 
Mientras ponen la primera piedra de una NUEVA EDUCACIÓN, a la que pretenden convertir en una enorme maquinaria de propaganda, toman medidas para limitar y erosionar gravemente los derechos de manifestación y reunión. Negros nubarrones que preceden al diluvio.

2 comentarios:

Unknown dijo...

No se puede utilizar la palabra antisistema como una etiqueta negativa que le cuelgas a alguien con raftas y relativamente joven.Todo el mundo que sea
realmente de lo que nos están haciendo debería ser antisistema. Yo soy antisistema.

Juan Carlos Doncel Domínguez dijo...

Isabel, no se trata de lo que es para nosotros antisistema, sino de lo que es para ellos. Y para ellos es un compendio de maldad.