a mi padre, que murió soñando con un mundo más justo

viernes, 11 de junio de 2010

para empezar

¡Que difícil es dejar vivir!, dejar vivir al hijo, a la pareja, al compañero, al amigo, al vecino, al hermano, al alumno…Que difícil es poder elegir nuestro propio camino sin zancadillas, imposiciones y moralinas. Hay que ser y hacer lo que se espera de nosotros, no podemos fracasar y salirnos del camino, no hay espacio para la duda o la equivocación.

Sobre eso va este maravilloso poema de Gabriel Celaya. Él no respondió a las expectativas y quiso ser él mismo, solamente un poeta.


PARA EMPEZAR

BIOGRAFÍA

No cojas la cuchara con la mano izquierda.

No pongas los codos en la mesa.

Dobla bien la servilleta

Eso, para empezar.


Extraiga la raíz cuadrada de tres mil trescientos trece

¿Dónde está Tanganika? ¿Qué año nació Cervantes?

Le pondré un cero en conducta si habla con su compañero

Eso, para seguir.


¿Le parece a usted correcto que un ingeniero haga versos?

La cultura es un adorno y el negocio es el negocio.

Si sigues con esa chica, te cerraremos las puertas.

Eso, es para vivir.


No seas tan loco. Se educado. Se correcto.

No bebas. No fumes. No tosas. No respires.

Ay si, ¡no respirar! Dar el no a todos los noes.

Y descansar: morir.

4 comentarios:

Isabel dijo...

Joder, Juan Carlos. Cuando he leído el poema de Celaya me he sentido tan retratada como madre que me ha dado un ataque de ansiedad. ¡Qué certero eres, amigo!
Isabel Ruiz

Juan Carlos Doncel Domínguez dijo...

No quiero generar ansiedad a nadie, y menos ti Isabel; solo reflexionar sobre un tema que no envuelve a todos. Por supuesto que no se reduce a padres e hijos, se produce a todos los niveles. Un saludo.

Juan Carlos Doncel Domínguez dijo...

En el anterior comentario, en la segunda línea donde pone "no" pondría "nos". Señalo esta errata porque cambia completamente el sentido. Perdón.

Isabel dijo...

Conociéndote un poco, se daba por hecho que ese 'no' era 'nos'. Gracias por estar tan atento.