Es el año del centenario de Miguel Hernández, el poeta del pueblo. Lo fue, pero de un pueblo pretérito, que el de hoy solo tiene corazón para sufrir en el fútbol y sus ilusiones se reducen a poder cargar el carro en las rebajas del centro comercial. De todos modos todavía hay gente, y siempre la habrá, que se emociona y siente su poesía fresca y verdadera. Por mi parte, sus versos despidieron a mi padre y me despedirán a mí cuando me toque.
Aquí dejo el tributo que el rapero Nach ha hecho al poeta de Orihuela. Suena bien.
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