Me retiro a mis cuarteles de verano, no escribiré más hasta septiembre. Es hora de rodearse de montañas y vivir la vida despacio, con calma. Disfrutaré de lo más valioso, que es gratis: paseos matutinos en un entorno gateño en el que el frescor de la mañana se prolonga hasta bien entrado el mediodía; lecturas interminables bajo la sombra de fresnos y alisos y junto a arroyos que no se secan; baños en cualquier piscina natural a última hora de la tarde, justo cuando la parva de domingueros abandona el lugar y cuando el agua está más templada y más tranquila; disfrutar de noches frescas, que no frías, con cielos llenos de estrellas que ya no se ven en las urbes.
De vez en cuando volveré a la ciudad, tórrida y aburrida en verano, pero solo para lo imprescindible. En verano mi mente está lejos de allí, en un lugar de la Sierra de Gata en el que no tengo internet, ¡ni falta que hace!.
1 comentario:
Me alegro por ti, pero me apena porque tendré que buscarme otra lectura para los ratos de ocio, tal vez ese libro que me vas a pedir... je je, ya te llamaré, pero antes de septiembre. chao y disfruta, GATISTA¡¡¡¡¡¡
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