Hace mucho tiempo, no se cuanto, alguien escribió en la sección de cartas al director de algún periódico que ya no recuerdo un pequeño comentario que, sin embargo, conservé recortado hasta hoy. Se titulaba Justicia, entrega y caridad y decía así:
"Cuando doy comida a los pobres me llaman santo. Cuando pregunto por qué no tienen comida me llaman comunista". Estas son las palabras del casi desconocido Dom Helder Camara, el que en su día fuera arzobispo en el noreste de Brasil durante 20 años. La madre Teresa y la princesa Diana tenían, efectivamente, mucho en común. Esa peligrosa pregunta, "¿por qué?", nunca salía de sus labios. Quizá eso explique en parte su dimensión de iconos.
Las dos eran dulces, sinceras, pero sobre todo no molestaban y a la larga eran irrelevantes para los 35.000 inocentes que mueren cada día porque vivimos en un mundo que rechaza violentamente la idea de compartir la riqueza de una manera más equitativa. No dudo que el mundo necesita compasión. Pero necesita justicia más que caridad y quizá por cada abrazo necesita la pregunta "¿por qué?". PAUL LAVERTY (Glasgow, Escocia).
Creo que estas palabras fueron escritas poco después de la muerte de Diana de Gales y Teresa de Calcuta, pero eso da igual. Me sigue pareciendo que están totalmente vigentes y creo que merecen ser reproducidas. No discuto la utilidad inmediata de la caridad, pero si no llega más allá tiene algo de repugnante y egoísta, sirve solo para limpiar la conciencia del que la ejerce. Al respecto, quiero traer aquí el recuerdo de mi padre; pasó mucha hambre en los años 40 y siempre recordaba con profundo desprecio a aquellas mujeres vestidas de gala con caros abrigos que en las calles principales de la ciudad, donde todos las vieran, colocaban sus mesas caritativas con el alabable objetivo de recoger dinero para los pobres. ¡Qué útiles eran los pobres!, gracias a ellos la "gente de bien" podía realizarse como personas y ser mejor.
2 comentarios:
Lo siento, Juan Carlos, pero me lo has puesto a "guevo", sete artícolo de Rsa Regás es, tambie´n, buenísimo. Me he permitido subirlo entero.
Oye, y muy bien este blog, que te lo estás currando guapo. Se lo pasaré a nuestr@s alumn@s que ya sé que tu eres un poco coortaillo, pero lo bueno hay que darlo a conocer. Gracias, guapo.
Pues ahora l siento más todavía; resulta que no me deja publicar el artículo entero, quizas pr ser demasiado largo, de modo que te lo pasaré por correo electronoco y lo publicas tú.
TRIBUNA: ROSA REGÀS
Caridad o justicia
ROSA REGÀS 24/09/1997 (El Pais.com)
Pues el Felipe este ya podía cuidar lo de las faltas de ortografía, digo yo.
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