¿Es posible permanecer indiferente ante lo que está ocurriendo en Cuba?. La muerte de Orlando Zapata ha llevado a primera línea el problema de la democracia en el país caribeño y ha puesto en una situación muy difícil al gobierno cubano. En Cuba, por mucho que los fanáticos de la Asociación Cubano-Americana lo griten a los cuatro vientos, no hay fusilamientos masivos, ni cárceles abarrotadas de presos políticos, ni inmensas fosas comunes, eso es verdad; pero también lo es que no existe verdadera libertad de expresión, que decenas de opositores están en los presidios por motivos de conciencia, otros muchos controlados bajo arresto domiciliario, que en las escuelas no se enseña a los niños a ser seres críticos y libres y se les dogmatiza sin piedad, que Gramma y el resto del seudoperiodismo oficial que inunda la isla es infumable y destila sumisión. La Revolución cubana ha fracasado en su intento de hacer de Cuba un país mejor y no entiendo porque a algunos sectores de la izquierda europea les cuesta reconocerlo. Yo lo tengo muy claro, una Revolución pierde su sentido si se deshumaniza. Hoy los dirigentes cubanos no pueden, ni siquiera, asirse al manido refugio del maravilloso sistema sanitario y educativo del País, claramente en grave crisis. Están totalmente deslegitimados desde el momento en que impidieron el debate y la crítica y se vieron incapaces de garantizar unas condiciones de vida digna a su población. Hoy son simples nacionalistas populistas que enarbolan el bloqueo económico como única causa de todos sus males, incapaces de diagnosticar el cáncer que les corroe por dentro desde hace mucho tiempo.
2 comentarios:
El verdadero problema es que toda revolución deviene en orden. Así ha sido desde los tiempos de Robespierre (y si me apuras desde siempre) hasta nuestros días. Da igual cuál sea la naturaleza de ese orden. Es imposible mantener mucho tiempo la tensión social propia del clímax revolucionario. El pobrecito Trotsky ya se dio cuenta del tema y hablaba de la Revolución Permanente, ¡cómo si eso pudiera evitar el agotamiento del proceso! El envejecimiento de la vieja guardia cubana es una alegoría del ocaso de la Revolución. Unos cuántos millones de dólares del tío Sam... ¡y a otra cosa!
Dejo una cita, El Ché:
"Muchas veces debemos de cambiar todos nuestros conceptos, no solamente los conceptos generales, los conceptos sociales y los filosóficos, sino también, a veces, los conceptos médicos, y veremos que no siempre las enfermedades, se tratan como una enfermedad en un hospital, en una gran ciudad; veremos entonces, cómo el médico tiene que ser también agricultor,... un poco pedagogo ... cómo tendremos que ser políticos también; como lo primero que tendremos que hacer no es a brindar nuestra sabiduría, sino ir a demostrar que vamos a aprender con el pueblo".
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