tag:blogger.com,1999:blog-5638237675489550415.post5531726504057184590..comments2015-01-05T11:25:16.943-08:00Comments on alzado del suelo: no necesito ningún diosJuan Carlos Doncel Domínguezhttp://www.blogger.com/profile/00075041320376708241noreply@blogger.comBlogger4125tag:blogger.com,1999:blog-5638237675489550415.post-60581150143712075812010-11-08T09:45:27.793-08:002010-11-08T09:45:27.793-08:00Afortunadamente, todavía quedamos algunos que esta...Afortunadamente, todavía quedamos algunos que estamos dispuestos a mantener viva la llama de la fe. Si no hay llama, ¿cómo vamos a prender el fuego de la confrontación? Sin confrontación no hay espectáculo y entonces... nos aburriríamos tanto!!!<br /><br />No voy a apostillar nada sobre Heine porque no quiero vuestro precioso tiempo se consuma en verificaciones wikipédicas...Joaquínhttps://www.blogger.com/profile/05203588332860610873noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-5638237675489550415.post-56937081857426873682010-11-07T12:12:55.262-08:002010-11-07T12:12:55.262-08:00precioso y certero el poema de Heine, me alegro qu...precioso y certero el poema de Heine, me alegro que desde los comentarios complete lo dicho en la entrada, es un magnífico colofón. Con respecto a tu rebelión ante la penetración sistemática de la religión en el campo de lo social y lo público, la comparto; es realmente el verdadero campo de batalla entre laicos y creyentes. Las religiones jamás aceptarán que el ágora pública sea terreno neutral, de todos. En lo más interno, estructural, esencial, de sí mismas está la lucha por conquistar el espacio de todos e imponer desde él a TODOS sus creencias en la certeza absoluta de que son las verdaderas. Por supuesto que hay creyentes respetuosos y tolerantes, pero las religiones como maquinarias de fe aspiran a la evangelización y a impregnar todos los rincones de la vida social. Quizás por ello laicos y ateos constituimos una seria amenaza. Saludos.Juan Carlos Doncel Domínguezhttps://www.blogger.com/profile/00075041320376708241noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-5638237675489550415.post-67845621567753571902010-11-06T09:21:53.497-07:002010-11-06T09:21:53.497-07:00He leído tu entrada. ¡Y me gustaría comentar tant...He leído tu entrada. ¡Y me gustaría comentar tantas cosas!.¡ Has metido el dedo en tantas llagas!. Yo también soy ateo, y además después de ser fervoroso creyente hasta los trece o catorce años (dicen que la virtud que ha conocido el mal es doblemente virtuosa). Quizá mi ateísmo es menos militante que el tuyo desde el punto de vista científico (yo me limito a una simple y tibia suspensión del juicio); sin embargo, cuando la religión viene a inmiscuirse en lo social y público, soy el más radical de los ateos. Y bueno, me gustaría dejar aquí constancias de tantas cosas… pero ars longa vita brevis. Así que, te lo resumo todo con el comienzo de una obra de acaso mi poeta alemán preferido: Heinrich Heine. Conoció a Marx. Escribió para la revista de este último Vorwärts. Andaban –creo- los dos en París cuando la Revolución de 1848. <br /><br /><br />Heine vuelve a Alemania después de su exilio en Francia y justo tras pasar la frontera, ya en tierra alemana…<br /><br />Una muchachita tocaba el arpa y cantaba,<br />Cantaba con verdadero sentimiento<br />Y desentonando, pero su canción<br />Me emocionó profundamente.<br /><br />Cantaba una canción de amor y penas de amor,<br />De abnegación y reencuentro<br />Allí arriba, en aquel mundo mejor<br />Donde desaparecen todos los pesares.<br /><br />Cantaba una canción del valle de lágrimas terrenal,<br />De alegrías que pronto se desvanecen,<br /> Del más allá, donde el alma se regala<br />Transfigurada en eterna gloria.<br /><br />Cantaba la vieja canción de la resignación,<br />La canción de cuna del cielo,<br />Con la que se arrulla, cuando lloriquea,<br />Al pueblo ¡ese granuja!<br /><br />Conozco la melodía, conozco el texto,<br />Conozco también a los señores autores;<br />Sé que a escondidas bebían vino<br />Y en público predicaban el agua.<br /><br />¡Una nueva canción, una canción mejor,<br />Amigos, os quiero componer!<br />Vamos a erigir ya aquí en la tierra<br />El reino de los cielos.<br /><br />Vamos a ser felices en la tierra,<br />Vamos a salir de la miseria;<br />El holgazán ya no gastará en orgías<br />Lo que manos trabajadoras se han ganado.<br /><br />Hay pan suficiente en esta tierra<br />Para todos los hombres,<br />También rosas y mirtos, belleza y placer…<br /><br /><br />Un saludo, Romano.Anonymousnoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-5638237675489550415.post-47613495576973981802010-11-06T09:21:11.376-07:002010-11-06T09:21:11.376-07:00He leído tu entrada. ¡Y me gustaría comentar tant...He leído tu entrada. ¡Y me gustaría comentar tantas cosas!.¡ Has metido el dedo en tantas llagas!. Yo también soy ateo, y además después de ser fervoroso creyente hasta los trece o catorce años (dicen que la virtud que ha conocido el mal es doblemente virtuosa). Quizá mi ateísmo es menos militante que el tuyo desde el punto de vista científico (yo me limito a una simple y tibia suspensión del juicio); sin embargo, cuando la religión viene a inmiscuirse en lo social y público, soy el más radical de los ateos. Y bueno, me gustaría dejar aquí constancias de tantas cosas… pero ars longa vita brevis. Así que, te lo resumo todo con el comienzo de una obra de acaso mi poeta alemán preferido: Heinrich Heine. Conoció a Marx. Escribió para la revista de este último Vorwärts. Andaban –creo- los dos en París cuando la Revolución de 1848. <br /><br /><br />Heine vuelve a Alemania después de su exilio en Francia y justo tras pasar la frontera, ya en tierra alemana…<br /><br />Una muchachita tocaba el arpa y cantaba,<br />Cantaba con verdadero sentimiento<br />Y desentonando, pero su canción<br />Me emocionó profundamente.<br /><br />Cantaba una canción de amor y penas de amor,<br />De abnegación y reencuentro<br />Allí arriba, en aquel mundo mejor<br />Donde desaparecen todos los pesares.<br /><br />Cantaba una canción del valle de lágrimas terrenal,<br />De alegrías que pronto se desvanecen,<br /> Del más allá, donde el alma se regala<br />Transfigurada en eterna gloria.<br /><br />Cantaba la vieja canción de la resignación,<br />La canción de cuna del cielo,<br />Con la que se arrulla, cuando lloriquea,<br />Al pueblo ¡ese granuja!<br /><br />Conozco la melodía, conozco el texto,<br />Conozco también a los señores autores;<br />Sé que a escondidas bebían vino<br />Y en público predicaban el agua.<br /><br />¡Una nueva canción, una canción mejor,<br />Amigos, os quiero componer!<br />Vamos a erigir ya aquí en la tierra<br />El reino de los cielos.<br /><br />Vamos a ser felices en la tierra,<br />Vamos a salir de la miseria;<br />El holgazán ya no gastará en orgías<br />Lo que manos trabajadoras se han ganado.<br /><br />Hay pan suficiente en esta tierra<br />Para todos los hombres,<br />También rosas y mirtos, belleza y placer…<br /><br /><br />Un saludo, Romano.Anonymousnoreply@blogger.com